Los problemas de mandíbula, también conocidos como trastornos temporomandibulares (TTM), abarcan diversas condiciones que afectan la articulación temporomandibular (ATM), los músculos masticatorios y las estructuras de soporte relacionadas.
Hoy, en nuestras clínicas Nimo, te explicamos cuáles son las causas más típicas que provocan problemas de mandíbula. ¡Te lo explicamos!
Contenido
Problemas de mandíbula: síntomas y causas
Los síntomas provocados por los problemas de mandíbula son múltiples: desde dolor y dificultad para masticar, pasando por padecer un movimiento limitado, entre otros.
En cuanto al origen del trastorno, es multifactorial: puede incluir una combinación de factores genéticos, biomecánicos, neuromusculares y psicológicos. A continuación detallamos algunos de ellos.
Factores biomecánicos
Maloclusión
La maloclusión -alineación inadecuada de los dientes- puede generar una distribución desigual de la fuerza sobre la ATM y los músculos masticatorios, provocando estrés y, eventualmente, trastornos.
Es por ello que muchos problemas de mandíbula tienen su origen en las discrepancias de la mordida, que pueden llevar a hábitos que desequilibran la función muscular y articular.
Traumatismos y lesiones
Los traumatismos directos en la mandíbula o la cabeza producidos por golpes, caídas o accidentes pueden dañar la ATM, desplazando el disco articular o lesionando los músculos y ligamentos asociados.
Estos incidentes pueden ser el desencadenante inicial de problemas de mandíbula crónicos.
Desgaste articular
Con el tiempo, el desgaste natural de la articulación puede llevar a trastornos de la ATM. Esto puede incluir la degeneración del disco articular, artritis o cambios óseos dentro de la articulación, afectando su funcionamiento normal.
Factores neuromusculares
Bruxismo
El bruxismo, apretar o rechinar los dientes de manera inconsciente -especialmente durante el sueño-, puede ejercer una presión excesiva sobre la ATM y los músculos circundantes, conduciendo a síntomas como dolores y disfunción mandibular.
Malos hábitos
Morderse las uñas, masticar chicle de manera excesiva o incluso apoyar la mandíbula con la mano, pueden alterar la dinámica normal de la ATM y los músculos asociados, contribuyendo a problemas de mandíbula.
Factores psicológicos
Estrés y ansiedad
El estrés y la ansiedad no sólo pueden aumentar la tensión muscular en la zona de la mandíbula, sino también agravar o iniciar hábitos como el bruxismo.
Factores genéticos y hormonales
Predisposición genética
Se ha demostrado que tener cierta predisposición genética puede aumentar las posibilidades de desarrollar trastornos de la ATM.
Cambios hormonales
En lo referente a los problemas de mandíbula también se ha observado que son más prevalentes en mujeres que en hombres, especialmente durante los periodos de fluctuaciones hormonales -ciclo menstrual, embarazo y menopausia-, lo que sugiere un posible vínculo hormonal.
Enfermedades sistémicas
Algunas condiciones médicas sistémicas, como la artritis reumatoide o la fibromialgia, pueden afectar la ATM. Estas enfermedades pueden provocar inflamación y degeneración en la articulación, contribuyendo a los síntomas de los trastornos temporomandibulares.
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